Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Economía

El cielo puede esperar

Argentina, a 48 horas del default

El gobierno argentino envió una comitiva a Estados Unidos para negociar con los Fondos Buitre, a 48 horas de caer en la cesación de pagos.

28.07.2014 20:08

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Argentina está a 48 horas de caer en el segundo cese de pagos en 12 años si una comitiva que viaja a Estados Unidos no alcanza un acuerdo antes del miércoles con los fondos especulativos por los bonos impagos de su deuda.

Funcionarios argentinos del Ministerio de Economía viajan el lunes en la noche a Nueva York para reunirse el martes con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez federal Thomas Griesa para lograr que se cumpla su sentencia que ordena pagar a fondos especulativos 1.330 millones de dólares.

Mientras tanto, la presidenta Cristina Fernández partió a Venezuela en busca de apoyo en la Cumbre Mercosur, antes de regresar el martes a Buenos Aires.

El gobierno argentino tiene plazo hasta última hora del 30 de julio para llegar a un acuerdo con los fondos a los que califica de "buitres" y que ganaron un fallo en la justicia estadounidense que ordenó pactar con ellos antes de seguir cumpliendo con sus pagos a los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.

La reunión del martes será a las 11H00 locales (14H00 GMT) y Pollack precisó que solicitó a las partes "una reunión cara a cara con los acreedores privados (litigantes), pero eso no va a ocurrir mañana (martes)".

Argentina giró pagos por más de 500 millones de dólares a los bonistas reestructurados el 26 de junio, pero el juez bloqueó ese dinero depositado en Nueva York y si no cobran el miércoles, la tercera economía de América Latina caería en cesación de pagos.

Este sería el segundo default, luego de que en 2001 el gobierno suspendiera el pago de 100.000 millones de dólares, que representaban el 166% de su PIB.

"Los argentinos tienen que estar tranquilos porque la vida sigue andando", aseguró el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, portavoz de la presidenta Cristina Fernández.

El secretario general de Presidencia, Oscar Parrilli, también aseguró el lunes que "no va a pasar nada" y que Argentina "de ninguna manera está en default" porque el problema es con una minoría del 7% de los acreedores privados que no se sumaron a los canjes.

Sebastian Briozzo, director de Calificación Soberana de la agencia Standard & Poor's en Buenos Aires, explicó a la AFP que el periodo de gracia "vence a última hora del miércoles. Si no hay un acuerdo ese día, la agencia notificaría a primera hora del jueves la nota de 'Selective Default'".

Recesión acelerada

"El 30 no pasará nada", dijo el viernes el ministro de Economía, Axel Kicillof, pero analistas aseguran que un default potenciaría la recesión en la alicaída economía argentina que acumula en el primer semestre una inflación de 15% y caída de su actividad económica.

Carlos Caicedo, analista principal de IHS para América Latina, advirtió el lunes que una suspensión de pagos traería más devaluación, inflación y marginación de los mercados de capitales, al considerar que las autoridades argentinas "están viendo la opción del default como la menos costosa".

Un informe de la consultora Abeceb.com indicó que "una caída de 3,5% del PBI, la inflación anual alcanzando 41% y una retracción del consumo del orden del 3,8%, son las principales variables con las que terminaría 2014 en un escenario con default".

De haber un acuerdo, el mismo informe señala que los indicadores pasarían a "una caída del 1,5% en el PBI, una inflación del 34,5%" y una reducción del consumo de 1,8%.

"Todo lo que está viviendo hoy Argentina se puede potenciar", afirmó a la AFP el economista Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.

La clave del 'stay'

Capitanich reiteró que Argentina necesita el 'stay', como se denomina en inglés la medida cautelar que levantó Griesa cuando su fallo fue convalidado por la Corte Suprema en junio, y que da una prórroga para el pago de las obligaciones hasta enero de 2015, cuando vence la denominada "cláusula Rufo" de los bonos.

Esta cláusula, que Argentina quiere evitar a toda costa, establece que el país no puede mejorar antes de esa fecha la oferta recibida por los acreedores que cambiaron sus bonos, so pena de tener que igualar los pagos a quienes aceptaron la reestructura.

A su vez, a los fondos demandantes tampoco les convendría un default, porque que si Argentina tiene que reestructurar su deuda nuevamente pierden la posición de acreedores privilegiados que tienen ahora y entrarían a negociar como uno más entre todos los bonistas.

(Fuente: AFP)