Contenido creado por Inés Nogueiras
Las 40

El maestro con su librito

Óscar Tabárez cantó Las 40

"Se podrá cuestionar mucho la manera de jugar, pero (para que me vaya) va a haber que esperar a que perdamos feo", dijo Óscar Washington Tabárez, que cantó Las 40 de Montevideo Portal. Por Gerardo Tagliaferro.

26.07.2016 00:09

Lectura: 23'

2016-07-26T00:09:00-03:00
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Primer acto. Un grupo de 20 o 25 chiquilines baja de un ómnibus contratado y se dirige al edificio principal del Complejo Celeste, lugar de entrenamiento de las selecciones uruguayas. Son los integrantes de la Sub 15, es decir, pibes de 13 o 14 años. Con Juan, el fotógrafo, esperamos nuestro turno para la entrevista con el maestro Óscar Tabárez. Una entrevista que está pedida desde el año pasado, pero que recién será posible en esta ronda de contactos del entrenador con la prensa. Estamos en el hall del edificio, donde un gran libro de firmas ubicado sobre un pedestal y protegido por un cristal luce las rúbricas de jugadores de la selección mayor, actuales o recientes. A la izquierda está la sala de prensa, al fondo las habitaciones, el comedor, el gimnasio, los vestuarios. A la entrada, un sillón tapizado con la bandera uruguaya formada con tapitas de refresco blancas, celestes y amarillas, regalo de internados en el Viladerbó. Los chiquilines entran uno a uno, en una larga fila y todos nos extienden la mano y saludan con seriedad y corrección. Cuando la pasarela se termina, nos miramos con Juan y nos reímos: quién sabe quiénes pensaron que éramos. El funcionario que está en la recepción nos explica que el saludo es parte del aprendizaje.

Segundo acto. El maestro entra en la sala de prensa caminando con su conocida dificultad. Apoya su mano izquierda en un bastón y extiende la derecha. Mira fijamente a los ojos y sonríe. Parece cansado. Pienso que debe agotarlo más esta romería de periodistas que un entrenamiento. Nos sentamos a la mesa en torno a la cual se realizan las conferencias y comienza a responder con un tono de voz casi inaudible, echado hacia atrás en la cómoda silla. A la quinta pregunta, ya la sonrisa desapareció: se incorpora un poco y alza un punto la voz. Exhibe algo de esa molestia que suele acompañarlo en los encuentros con la prensa cuando cree ver en una pregunta "una respuesta implícita". Así lo dice. Defiende su estilo de conducción dentro y fuera de la cancha, critica algunas críticas, cuestiona algunos cuestionamientos. "Yo soy así", desafía.

Tercer acto. Cuando la charla cambia de rumbo aparece la distensión y vuelve alguna sonrisa. Habla de su hija recientemente designada Contadora General de la Nación y el rostro se le transforma. Pasan por delante del micrófono, fugazmente, sus años de maestro, su juventud de idealismos y mayo francés, Cohn Bendit, Marx y Sartre. Parece sentirse cómodo saliendo un poco del fútbol, pero solo brevemente: es el entrenador de la selección uruguaya.

Epílogo. En la cancha de césped sintético recientemente inaugurada, los pibes que pasaron hace un rato tendiendo su mano a los desconocidos reciben su sobredosis de ilusión. Muy poquitos de ellos, según la estadística, se pondrán la celeste mayor algún día, pero eso ahora no importa: cada uno piensa que uno de esos será él. Si se me permite un desliz de frustrado periodista deportivo, digo que nunca me gustó cómo juega la selección de Tabárez, aunque el saldo en resultados siga siendo favorable, por ahora. Pero en el Complejo Celeste uno comprueba que el principal rédito de este "proceso" de diez años no está dentro de la cancha, ni en 90 minutos de fútbol.

Al Maestro le importa ganar y no el cómo, es poco simpático y hasta hostil a veces en su trato con la prensa, no le gustan las críticas y ocasionalmente ve en ellas conspiraciones improbables. Pero hay algo en lo que su sello es tan visible, tan poderoso, que si la historia se cuenta bien tendrá que reconocer que hubo un antes y un después. Esos pibes, esos saludos respetuosos, la merienda que van a tomar cuando termine la práctica, la cancha de césped sintético, las otras que parecen de otro país, las gigantografías de santuario que recuerdan viejas hazañas, el libro de firmas, el sillón de la bandera con tapitas, todo lo que hay ahí y lo que está afuera: el aguante y la identificación de la gente con su selección, la ilusión que se marchita a veces pero que resucita en cada partido, el respeto del mundo fútbol, el entierro de la leyenda negra de matones y tramposos, todo eso, lo grande y lo pequeño, lo trascendente y lo efímero, todo, tiene el sello de este hombre.

Por Gerardo Tagliaferro
tagliaferro@montevideo.com.uy


1) En 2011, luego del cuarto puesto en Sudáfrica y de ganar la Copa América, usted decía que sentía un reconocimiento en la calle que nunca había experimentado antes en su país. ¿Eso cambió o sigue sintiéndolo?
Dos cosas: yo estoy saliendo menos ahora, y (el reconocimiento) no es como en aquella época. Las veces que alguien se dirige a mí es con palabras de aliento.


"En Sudáfrica recibía cartas de mujeres que antes odiaban el fútbol y ahora lo ven como algo que ha unido a la familia"


2) ¿Y en la cancha? ¿Cómo siente al público en el Estadio?
La selección desde hace un tiempo tiene un público muy especial, muy positivo, que va a estar del lado del equipo. Alientan y por lo menos no exteriorizan demasiado lo que tiene que ver con un posible mal juego.

3) Está claro que el público de la selección no es el mismo que va todos los fines de semana a los partidos del campeonato local. ¿Tiene alguna explicación para eso?
Una de las causas puede ser por todo lo que pasó en este tiempo. Cuando estaba en el mundial de Sudáfrica recibía muchas cartas de mujeres, pero no eran cartas de amor, eran madres, esposas jóvenes y casi todas decían que antes odiaban el fútbol y ahora lo ven como algo que ha unido a la familia. Hay hinchas como siempre, a unos les gusta algo que a otros no les gusta, pero no hay enemigos a la vista, no hay violencia y entonces muchas veces no van solo el hombre que ve fútbol, sino también la esposa, la novia, los hijos... y creo que eso se fue haciendo de a poco. La gente va a buscar cosas de la selección. Yo no estoy en la tribuna pero mi familia sí, y la palabra de ella cuando le ganamos a Chile 3 a 0 fue: "No sabés lo que es esto, la alegría que tenía la gente". Ojalá se pueda repetir.

4) Hace poco dijo que su nieto no quería ir a la cancha porque no podía soportar los insultos al abuelo. ¿Usted escucha los insultos?
No. Una vez hubo uno que se ponía ahí atrás y me pedía un jugador, hasta que al final lo tuvieron que sacar. No insultaba. Yo ni me daba vuelta. A veces es inevitable oír algo, pero creo que un entrenador no debe estar pendiente de eso.

5) Una de las cosas que se le reprocha en la tribuna y en la crítica posterior es que demora en hacer cambios. ¿Eso es parte de su estrategia, de su visión del fútbol o no hay una predisposición en ese sentido?
Y esa crítica ¿en qué se fundamenta? ¿Por qué hay que hacer los cambios? Si yo pienso que no tengo que hacer cambios en tres partidos seguidos, ¿quién me puede demostrar que está mal? El cambio se hace cuando hay alguna cosa evidente de rendimiento, de cansancio, que lo haga necesario. Se trabaja toda una semana para el partido y uno elige el equipo. Todos opinan pero uno tiene que aislarse de eso para hacer el equipo y después... ¿a los 45 minutos hay que hacer cambios? Eso se da si es una cosa evidente. Además, no siempre fue así (la demora). Con Brasil hice un cambio a los 45 minutos y yo sé lo que dijeron cuando lo hice, pero ahí vi que había que cambiar algo. Pero si no, no. No es ninguna obligación.

6) ¿Se aísla del entorno antes de los partidos o escucha lo que dice la prensa?
No, en cuanto a la opinión trato de no escuchar. Y aparte acá no se dice mucho antes de los partidos. Se está mucho a ver quién juega, con quién trabajó, andan escondiéndose por ahí para ver los entrenamientos... son maneras de trabajar, yo respeto mucho al periodismo pero hay ciertas cosas que no entiendo. Eso de querer el equipo tres días antes para que el entrenador rival ya lo sepa... Está bien, ya nos hemos adaptado y no nos preocupa demasiado, no tenemos otra forma de hacerlo, pero no estoy de acuerdo con esa forma de trabajar. Muchas veces he tenido que ir con el equipo re sabido por el rival y yo no sabía, me entero en el vestuario. Quiere decir que no en todos lados se hace lo que se hace acá.

7) ¿Cómo es un vestuario de esta selección, en la derrota?
Hay cosas que son obvias, hay mucho silencio... pero no en un vestuario de esta selección, en el de cualquier equipo.


"La Eliminatoria es diez veces más importante que la Copa América y diez veces más difícil"


8) ¿Es de hablar en caliente después de una derrota o prefiere dejar pasar el tiempo?
Depende, no tengo fórmulas, pero siempre hablo cuando sé lo que tengo que decir y trato de trasmitir lo que hay que trasmitir. Y si no me parece que el momento es en el vestuario, será al otro día o el mismo día cuando regresamos al hotel. Se ha hecho de muchísimas maneras, no tengo fórmulas.

9) Hubo un jugador fundamental en su selección hasta el mundial de 2014, que fue Diego Lugano. No ha sido citado más pero hoy sigue en actividad. ¿Es definitivo su alejamiento del grupo o puede volver a ser convocado?
Mire, las convocatorias yo las hago cuando vienen los partidos. Ahí se va a ver todo.

10) ¿Se siente la ausencia de Lugano?
(Piensa) Yo no lo considero así porque Lugano ya no está. Lo que ha hecho él por la selección es invalorable y quizás irrepetible, pero acá en esta selección hay líderes que cumplen su función. Ofendería mucho a Godín, por ejemplo, si yo le digo que extraño a Lugano. Trabajo con los que están. A los que no están les tendré un reconocimiento eterno, pero ya saben cómo es la cosa.

11) Uruguay está primero en la Eliminatoria, por lo tanto, desde el punto de vista de los resultados, su actuación es casi inmejorable. El juego que ha mostrado el equipo ¿es el que usted quiere?
Lo que yo quiero es lo posible. No sé cuál sería la manera de jugar... traer a quién. Yo juego de esa manera y no es "más allá del resultado", es "con el resultado". Eso de más allá del resultado es una crítica indirecta sobre cómo se jugó. En una Eliminatoria no hay más allá del resultado, se juega para el resultado.

12) En todos los campeonatos se juega para el resultado, a veces se logra y a veces no.
Pero una Eliminatoria consiste en que va al Mundial el que está entre los cinco que hacen más puntos.

13) En la Copa América también: gana el que va pasando las series obteniendo resultados en cada partido.
La Eliminatoria es diez veces más importante que la Copa América y diez veces más difícil. La carga emocional que tiene una Eliminatoria no se puede comparar con la que tiene una Copa América, salvo en las instancias finales. Entonces, nosotros vamos a seguir jugando como lo hacemos. Jugando contra grandes equipos, como Chile y Colombia, convencidos de que hay una manera de jugarles. Ahora, cuando haya otros que tengan la selección y puedan jugar con ellos de otra manera y ganarles, ahí se podrá empezar a comparar.

14) No hay fórmulas preestablecidas, porque con Chile y Colombia hemos ganado y perdido. Con Colombia se perdió en el Mundial de Brasil y con Chile se perdió en la anterior Copa América.
Estamos hablando de esta Eliminatoria.

15) Usted se refiere a una forma de jugar la Eliminatoria.
No, me refiero a la forma de jugarle a Chile, como le jugamos el partido que perdimos allá sobre la hora, en la Copa América (de 2015)... y bueno, de la manera que se pudo. Ahora, no me diga que los problemas del fútbol uruguayo son mezquindad del entrenador.

16) No dije eso.
Se sugiere... se sugiere. Porque hablar de otra manera de jugar es decir "¿éste por qué no juega de otra manera?".

17) Lo que más se critica de la selección es la dificultad para tener la pelota. El comentario recurrente del aficionado es "no damos tres pases seguidos". Eso lo habrá escuchado.
Escuché lo mismo del Atlético de Madrid... lo mismo ¿y? Sub campeón de la Champions, la anterior la perdió cuando no faltaba nada, no hace mucho campeón de la Liga (Española). Hay mil maneras de jugar... hay mil maneras. Yo no voy a la Eliminatoria a ver qué lindo juega el equipo, voy a tratar de ganar puntos. Y cuando no los consiga me tendré que ir, y por algo no me han sacado. Debe ser porque los resultados no son tan malos.


"Cuando haya otros que tengan la selección y puedan jugar de otra manera y ganar, ahí se podrá empezar a comparar"


18) ¿Uruguay puede mejorar en lo que hoy se llama "posesión de la pelota"? ¿O es algo que usted no considera necesario?
Yo no digo que no sea necesario, a veces no tenemos recursos o no tenemos las opciones. Capaz que yo prefiero más un jugador de equilibrio y no otro que anda bien con la pelota pero cuando el otro equipo nos ataca -con mejor potencial y mejores jugadores con la pelota- nos mete cinco o seis goles. Para mí... para mí.

19) ¿Cuál fue el mejor partido de Uruguay en todo este proceso? ¿Cuál fue el partido en el que usted dijo: me gustaría ganar jugando siempre así?
Uruguay - Brasil, cuando ganó Brasil 2 a 1 (N. de R.: se refiere al partido jugado el 21 de noviembre de 2007 en San Pablo, por la Eliminatoria del Mundial de Sudáfrica). No el mejor, el que mostramos cosas que no son muy frecuentes en nosotros, pero perdimos. No tiene gracia, erramos como doce goles y perdimos el partido. Fue el mejor en cuanto a que mostramos ciertas cosas, pero no es lo que yo quiero. Yo quiero ganar.

20) Le menciono otro, de mi parte: el partido con Alemania por el tercer puesto del Mundial de Sudáfrica, que también se perdió. Pero en ese partido hubo un momento que pareció que Uruguay le pasaba por arriba a Alemania.
Sí, el Mundial de Sudáfrica fue un buen momento del equipo, todo el Mundial. Y con diferentes jugadores.

21) ¿Se trabaja de manera especial con Luis Suárez en cuanto a su carácter y a las cosas que han pasado con él?
No. Suárez tiene ese apoyo allá en Barcelona de manera frecuente y periódica. Ya hemos hablado de eso y está mucho mejor, obviamente.

22) Hay dos psicólogas que trabajan con las selecciones juveniles. ¿Cuál es su papel?
Poco. A nivel de selección mayor no tenemos psicólogo, están en las formativas. Ellas, a través de entrevistas y reuniones grupales van conociendo a los futbolistas, su entorno familiar, los problemas que puedan tener, todo lo cual puede hacer tomar algunas prevenciones valorando su espíritu de equipo, su carácter en cuanto a la competencia, todas esas cosas. Y pensamos ampliarlo al entorno familiar porque la información que llega a nosotros es la que nos da el futbolista. Y a veces yendo a la familia, a su centro de estudios, a su club, podemos complementar eso.

23) ¿En la selección mayor no hay porque se entiende que no es necesario?
Sí, yo entiendo que no es necesario.

24) ¿Siente que hay una animosidad de algún sector del periodismo hacia usted y es eso lo que le molesta a veces?
No lo sé. Con algún periodista o algún sector de periodistas he tenido problemas que han sido notorios, no tengo por qué dar datos ahora. No creo que haya cierta animosidad, pero hay ciertas cosas que no me gustan. Por ejemplo, que digan que tengo una enfermedad que no tengo, no me gusta, por más periodistas que sean.


"¿Que no damos tres pases seguidos? Escuché lo mismo del Atlético de Madrid"


25) ¿Cree que hay mala leche ahí?
Sí. O por lo menos, falta de capacidad profesional. ¿Cómo se entiende? ¿Qué ética hay? ¿Cómo se consiguió el diagnóstico? ¿Con qué médico se comunicaron? Hasta una descripción de la enfermedad, y todavía comentarios a ver si sigue o no sigue. ¡Mala leche no, re mala leche! Y bueno, eso pasa a veces. Y no me gustan muchas veces las preguntas con respuesta implícita, cuando vienen por otro lado, me gusta más directa la cosa. Yo me enojo de repente con usted ahora, pero es un tema futbolístico y yo soy así. Pero acá muchas veces hay que estar en guardia... Y ojo que estos casos son minoría, en general me llevo bien.

26) Yo lo he visto enojarse en muchas conferencias después de los partidos, o al menos da la impresión de estar enojado. ¿Le molesta que periodistas critiquen cuestiones deportivas, sobre el funcionamiento del equipo? ¿Por qué?
Porque no es un tema de una conferencia de prensa después de un partido. No es el tema. ¿Cómo un periodista me va a decir cómo tiene que jugar el equipo?

27) Se lo pregunta, no se lo dice.
No, pero me refiero a otras cosas, no a lo que me dice usted. A los que vienen muchas veces a decir determinadas cosas. Yo soy así. Y lamentablemente al que le guste, que le guste, y al que no, mala suerte. Yo no soy irrespetuoso, ni agredo ni nada por el estilo. Pero creo que tengo todo el derecho a no fumarme lo que no me gusta.

28) En una nota para Subrayado dijo que "hay gente que trabaja en las sombras". ¿Se refiere a periodistas o a gente de otros ámbitos?
En todos los ámbitos hay gente que trabaja en las sombras.

29) ¿Hay gente de su gremio que trabaja contra usted?
No, no iba por ese lado. Para nada. Me refería a otras cosas, no a entrenadores que pudieran estar aspirando al cargo de la selección, si es eso lo que me quiere preguntar.

30) Sí, claro, porque usted mismo en algún momento dijo algo que se podía interpretar así: hay pocos lugares para mucha gente interesada, algo así.
Y sí, pero es normal esto de que empiecen a nombrar. Cuando salió la noticia (de la enfermedad), de Argentina llamaban a un diario a cada rato para ver quién iba a ser el entrenador. Entonces, no es idílico el mundo del periodismo. Hay que responder por uno y no jugarse los boletos a todos los demás porque se puede llevar cierta sorpresa como me llevé yo con esta noticia. Sé quién la hizo, traté de hablar, traté de que enmendaran lo que hicieron y no fue así.

31) En el medio en el que usted se mueve ¿hay mucha envidia?
No sé... eso de la envidia vio cómo es. En todos los medios que en cierto sentido son competitivos se habla de la envidia. Me parece algo un poco folclórico, y si envidia es querer lo que tiene otro, no sé, puede ser que alguien la tenga. Yo, en lo personal, no la tengo. A mí las cosas que me satisfacen, en la casi totalidad de la medida, no dependen de los demás.


"Yo no voy a la Eliminatoria a ver qué lindo juega el equipo, voy a tratar de ganar puntos"


32) ¿Sigue siendo un hombre de izquierda?
Supongo que sí, pero usted sabe que cada vez está más diluido el concepto de izquierda o de derecha. Me parece que dentro de poco van a ser casi fósiles. Creo que la confrontación de ideas y los trabajos colectivos tienen que apartarse un poco de esa división que, quizás en la minoría, se transforman en cosas más sectarias. Y me parece que habiendo tanta gente capaz, en la izquierda y en los que no lo son, no tiene demasiado sentido. Siento mucho algunos postulados de izquierda, pero tampoco ando por ahí sacando pecho y diciendo soy de izquierda. No le veo demasiado sentido en este momento.

33) Ha dicho alguna vez que en su juventud se sintió muy marcado por el Mayo Francés.
Sí, (Daniel) Cohn Bendit (N. de R.: líder de las revueltas estudiantiles de mayo de 1968 en Francia). Yo tenía 20 años y me impactó mucho, junto con lo de Cuba, el Che Guevara... el existencialismo. Una vez, cuando estudiaba Magisterio, un profesor me habló de un libro y yo me lo compré: ¿Marx o Sartre?, de Adam Schaff, un e scritor polaco. Hacía todo un alegato sobre cómo se podían compatibilizar las ideas marxistas con el existencialismo. Y eso sí, siempre fui un gran lector de todo lo que tuviera que ver con el existencialismo. Creo que hay cosas que propone que son reales, lo de las situaciones límite, el nacer, el morir, esas cosas.

34) ¿Marx lo deslumbró en algún momento?
No tanto. Sí algunas cosas. Me acuerdo que una vez encontré una definición de Marx: "El hombre es el resultado de sus relaciones sociales". Podrá ser un poco exagerado pero tiene mucho de cierto. Creo que no se agota todo en eso.

35) Su hija fue nombrada recientemente Contadora General de la Nación, y cuando asumió dijo: "Soy hija de un maestro y de una obrera textil". No dijo "soy hija del técnico de la selección nacional". ¿Qué significa eso para usted?
Me enorgulleció porque me llevó a la época de cuando ella era chica e iba a la escuela. Yo jugaba en Wanderers, en el año 74, que fue el de mi mejor actuación deportiva. Yo fui poquita cosa en el fútbol, y siempre pensaba que un gran entrenamiento era caminar las ocho cuadras hasta la escuela con Laura, robando alguna florcita de algún jardín para que le llevara a la maestra. Y yo en esa época era maestro también. Y Silvia, mi esposa, todavía trabajaba en Fibratex, allá en Belvedere. Laura empezó ahí, después fue al liceo del Cerro y después a la Universidad de la República; siempre fue muy estudiosa, muy inteligente, era abanderada en la escuela. Y bueno... yo ni sabía que se iba a acordar de eso, pero fue bueno.

36) ¿Es de los que dicen que un maestro lo es toda la vida, por más que no ejerza?
No. Ser maestro es estar todos los días en contacto con el educando, con la realidad de un grupo de niños, y eso se fue. Y ya lo tuve claro en las primeras de cambio. Yo tengo un hermano que es maestro, Walter, pero él es maestro, maestro. Y si me comparo digo "no" (se ríe)... Yo no era tan bueno y tuve que agarrar para el lado del fútbol. Eso fue en el año 85 recién, cuando fui a entrenar a Wanderers y ahí se terminó lo de la escuela.

37) ¿Qué le dice esta frase: "La patria es la infancia"? (N. de R.: se refirió a esa frase en una entrevista que le hice en el año 1999)
Thelma Biral. Ella era una actriz un poco uruguaya, un poco argentina, digamos. Y le preguntaban a cada rato: "¿Usted es uruguaya o argentina?" Y ella dijo: "La patria es la infancia". Mi patria es donde yo viví mi niñez. Muchas veces hemos tocado el tema sobre todo con gente que tiene hijos que fueron criados en el exterior, a los futbolistas a veces les pasa, porque la edad del futbolista es la de los hijos chicos. Por eso esa frase es muy sabia.


"¿Cómo un periodista me va a decir cómo tiene que jugar el equipo?"


38) ¿Este proceso de selección que comenzó en 2006 está preparado para resistir una eliminación del Mundial?
Trataremos de que eso no ocurra, pero ya he dicho que cualquier proceso de trabajo, por más virtudes que tenga, siempre necesita de los resultados. Y ponía el ejemplo de los equipos poderosos de Europa: Real Madrid, Milan, Manchester United... es un drama no ir a una copa. Y son instituciones con una historia grandísima y están permanentemente tratando de buscar su vigencia. Eso lo tenemos claro. Ahora, eso puede ser un cimbronazo y más allá de que cayera el entrenador, no entiendo por qué tendrían que caer las estructuras. Porque acá, desde el punto de vista de infraestructura, prácticamente estamos en la cúspide. Esas cosas tienen que mantenerse porque son esenciales para nuestro fútbol. Esenciales.

39) Mucha gente dice que, con 69 años y los problemas físicos que está teniendo, sería mejor que diera un paso al costado y quedara como una especie de supervisor, al margen de los avatares de los resultados, para garantizar que todo este trabajo de diez años no se pierda. ¿Lo ha pensado o no entra eso en su cabeza?
No, no lo he pensado. Y además, si me pusiera a pensarlo ¿cómo traemos a una persona que no ha estado para nada acá y lo metemos? ¿Por qué? ¿Porque es un sabio del fútbol?

40) ¿No puede haber alguien de su cuerpo técnico que asuma ese rol?
¡Y eso es lo que estamos haciendo ahora! Cuando yo no puedo entrar a la cancha a gritar mando a un compañero mío. Cuando estuve suspendido dirigió un compañero. Entonces, me parece que a veces es hablar por hablar, porque eso ya se ha hecho. Y si tengo un impedimento voy a recibir ayuda. Pero lo que está claro es que yo estoy en la planificación, en lo que se hace, en las designaciones de los futbolistas, en los trabajos de campo, hasta el día del partido. Y eso va a seguir así, porque yo no siento otra cosa. Y ese fue el arreglo que se hizo. Se podrá cuestionar mucho la manera de jugar, pero va a haber que esperar a que perdamos feo.


Montevideo Portal | Gerardo Tagliaferro
Fotos: Juan Manuel López