Así como lo hicieron Honda y Audi (al igual que muchas otras), MINI y Hyundai publicaron online las publicidades con las que aparecerán en la tanda del entretiempo del Super Bowl, la final del fútbol americano que se disputa el domingo en San Francisco (Estados Unidos).
Los 30 segundos de publicidad en esa tanda cuestan 4,8 millones de dólares, por lo que es considerada la noche más importante del año en la publicidad televisiva.
Para ganar parte de esa tajada, tanto MINI como Hyundai se valieron de famosos.
Mini se centró en la idea de "desafiar las etiquetas". "Desde que el primer MINI se construyó en 1959, se ha etiquetado como una cosa u otra: ‘es pequeño' o ‘es bonito'. Esta campaña reconoce esas etiquetas de una manera auténtica mientras que le muestra a la gente que el MINI es más que eso", dijo Tom Noble, jefe de departamento de MINI Brand Communications.
"Con el lanzamiento del nuevo Clubman, nuestra marca está creciendo, nuestros productos son más sofisticados y es tiempo de reiniciar la conversación", agregó.
En la publicidad, la tenista Serena Williams, la goleadora estadounidense Abby Wambach, el rapero T-Pain, el actor Harvey Keitel y otros famosos y no famosos, transmiten el mensaje de MINI de desafiar las etiquetas.
Por otro lado, Hyundai pareció apuntar al público femenino. Su pieza publicitaria muestra a dos mujeres jóvenes gratamente sorprendidas por haber llegado en su Hyundai Elantra 2017 a "Reynolds", un pueblo habitado exclusivamente por diferentes versiones de Ryan Reynolds.
Reynolds es el actor que protagoniza Deadpool, que se estrena este año.
