Contenido creado por Martín Otheguy
Música sin enemigos

El verdadero rock americano

Música sin enemigos: Los Lobos

En una nueva edición de Música sin Enemigos, Andrés Torrón le hace justicia a la grandiosa banda Los Lobos, que acaban de editar nuevo disco.

08.10.2015 11:32

Lectura: 6'

2015-10-08T11:32:00-03:00
Compartir en

Todos sabemos que no vivimos en un mundo perfecto y que la justicia poco tiene que ver con el éxito. De todas maneras si uno se pone a repasar la carrera de la banda californiana Los Lobos y la cantidad de excelente música que han brindado en 40 años de trayectoria, no puede dejar de lamentar que haya tanta gente que solo los conozca -especialmente en este lado del mundo- como los interpretes de "La Bamba".

El grupo ha desarrollado una personalidad tan marcada utilizando las raíces el rock estadounidense, sin olvidarse de la música de frontera norteamericana ni de la música mexicana y caribeña, que hay un sonido "Los Lobos" distinguible al instante. Más allá de eso han sabido seguir siempre un camino artísticamente arriesgado, no durmiéndose nunca en su prestigio bien ganado.

Los Lobos comenzaron hace más de cuatro décadas, con un grupo de amigos interesados por la música de rock and roll. David Hidalgo, Conrad Lozano, Louie Pérez y Cesar Rojas, miembros de la numerosa comunidad chicana estadounidense, eran compañeros liceales en el este de la ciudad de Los Angeles y, su interés por la música los llevó a armar una banda roquera de covers en 1974, con la que tocaban en cumpleaños y casamientos. Pero, a la vez los cuatro se juntaban en el barrio a tocar con sus guitarras acústicas las canciones mexicanas que escuchaban en la casa de sus padres. Fue así que el cuarteto comenzó sus primeras experiencias profesionales tocando música tradicional en un restaurante mexicano.

Al principio eran solo guitarras acústicas, luego incorporaron un acordeón para acercarse más al sonido Tex-Mex (una música que mezcla el country estadounidense con ritmos mexicanos), para después terminar incorporando bajo y batería. Al comenzar a mezclar sus instrumentos acústicos y eléctricos y sus influencias roqueras con las raíces mexicanas, Los Lobos comenzaron a forjar lo que sería su distintivo estilo musical.

A fines de la década de 1970 se hicieron un lugar en al escena post punk los Angeles y comenzaron a editar sus primeros álbumes.

En 1987 se convirtieron inesperadamente en una banda mundialmente famosa de la mano de la película La Bamba dirigida por Luis Valdez. El filme retrataba la vida de Ritchie Valens, el único músico mexicano-americano que llegó a los charts roqueros estadounidenses antes que Los Lobos. Los Lobos contribuyeron con seis canciones para la banda de sonido del film y David Hidalgo, el guitarrista y principal cantante del grupo, fue la voz de las canciones de Ritchie Valens, encarnado por el actor Lou Diamond Phillips.
Pero el grupo siguió moviéndose en nuevas direcciones.

A inicios de la década de 1990 Los Lobos comenzaron a trabajar con el productor Mitchell Froom. Froom, unido al también productor e ingeniero de sonido Tchad Blake, incentivaron al conjunto a la experimentación con nuevos sonidos y técnicas de grabación no tradicionales.

Este camino fue notorio en el álbum Kiko de 1992, donde la banda juntó todas sus influencias, mezclándolas de una manera personal y novedosa, logrando un trabajo de una gran fuerza roquera y a la vez de gran sutileza experimental. Los Lobos experimentaron con sonidos y maneras alternativas de grabar, pero sin abandonar nunca el foco de las canciones. Kiko sigue siendo el álbum donde sus raíces musicales se combinaron de una manera única. El camino experimental siguió en el excelente Colossal Head editado en 1996.

David Hidalgo y Louie Pérez armaron por esas épocas un grupo paralelo junto a Froom y Tchad Blake con el nombre de Latin Playboys, editando un disco en 1994. Esta colaboración continuó en la banda sonora de La Balada del Pistolero, la película de Robert Rodríguez, y en el segundo y hasta ahora último disco de Latin Playboys, Dose (1999).

Una buena muestra del respeto que gozan Los Lobos entre colegas muy distintos es el disco The Ride de 2004, un álbum que celebra 25 años de carrera y que cuenta con invitados tan variados como Tom Waits, Café Tacuba, Elvis Costello, Richard Thompson, Ruben Blades, Bobby Womack o Mavis Staples.

Aunque sus discos se han espaciado, no han perdido calidad ni originalidad. En estos últimos años Los Lobos pueden no haber aportado más novedades a su paleta sonora, pero han pulido a la perfección una manera única de hacer música.

Las excelentes melodías, los arreglos siempre creativos y las maravillosas interacciones entre las guitarras de Cesar Rojas y David Hidalgo continuaron en los siguientes discos de la banda, así como la línea reflexiva de sus letras sobre el paso del tiempo y las relaciones humanas, servidas en forma de canciones roqueras.

También en estos últimos años han sabido dar nuevas lecturas a las raíces mexicanas y "latinas" de su música. Desde fines de la década del 90 la cumbia se ha hecho más presente en sus influencias y siempre hay algún ritmo de cumbia entre sus canciones. Si queda alguien con prejuicios acerca del género latinoamericano más difundido, una excelente medicina es escuchar a estos viejos roqueros haciendo cumbia con toques de rock, blues y música ranchera.

Hace un par de semanas Los Lobos editaron Gates Of Gold, su quinceavo disco de estudio."Made to Break Your Heart" la excelente canción que abre el álbum, muestra todas las cosas que hacen única a la banda: el sonido de la batería y la percusión, los timbres de las guitarras eléctricas, las grandes melodías. El corte y el cambio de tiempo en mitad de ese tema -la canción se enlentece sin volver a su tempo original- es toda una declaración de principios e interacción musical a la vieja escuela.

"When We Were Free", el tema que le sigue, es una de esas sorpresas que muy pocas bandas con la trayectoria de los Lobos pueden dar, un tema de sonoridad jazzera con toques de soul a lo Prince pero con la sonoridad inconfundible del grupo.

Están los temas bluseros infaltables de César Rojas ("Mis-Treater Boogie Blues", "I Believed You So"), la también infaltable cumbia (la maravillosa "Poquito para aquí") y la también tradicional versión de algún clásico del cancionero mexicano ("La tumba será el final").

No hay otra banda como Los Lobos. Para volver a lo del principio: en un mundo mejor su música sería el mejor sinónimo de la palabra rock.

Por Andrés Torrón