El debut de Suárez con el Barcelona

Luis Suárez tuvo su ansiado debut con la camiseta del Barcelona en la derrota de su equipo 3-1 a manos del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, exactamente 123 días después del mordisco a Chiellini.

Lejos de deslumbrar, el salteño cumplió una correcta actuación, dentro de los parámetros esperados para un jugador que llegaba con una inactividad de cuatro meses, lapso en el que apenas disputó dos amistosos con la selección uruguaya y uno con el Barcelona B.

El goleador de la última Premier League fue la sorpresa dentro de la formación titular del Barça, ya que varios medios españoles especulaban con su presencia en el banco de suplentes para ingresar en la segunda mitad. Rápido demostró que su entrenador no se equivocó.

En la tercera pelota que tocó, cuando todavía no se habían cumplido cuatro minutos de juego, Suárez recibió el balón suelto por el sector derecho del ataque, lo cruzó con precisión para Neymar, y el brasileño hizo el resto para el 0-1.

Luego, siguió parado como extremo por derecha, por delante de Xavi y al costado de Messi, el único que se movió suelto por el frente de ataque. Pese a esa cercanía, recibió poco abastecimiento del argentino, quien no tuvo una buena noche en el Bernabéu.

Desde esa posición de 7, distinta a la que ocupa en la selección uruguaya y similar a la que tuvo en un puñado de partidos de la temporada pasada con el Liverpool, se vio obligado a realizar un trabajo defensivo de desgaste para tapar las subidas de Marcelo.

Pese a ello, una jugada de Suárez pudo haber cambiado el rumbo del clásico. A los 22’, recibió de Dani Alves por derecha con tiempo y espacio y metió un centro bajo preciso para Messi, pero Casillas le ahogó el grito de gol al argentino en el área chica a quemarropa. Fue la situación más clara que tuvo el Barça en todo el partido después de ponerse en ventaja.

Ya en el segundo tiempo, con su equipo remando de atrás desde los 5’ por el cabezazo de Pepe, no volvió a controlar el esférico con tanta libertad como en el primero. De hecho, siempre recibió de espalda y nunca de frente, y sólo pisó el área en una jugada que Messi lo puso en carrera y al querer amagar y enfilar hacia el medio resbaló ante la presencia de Sergio Ramos.

Su clásico se terminó a los 68’, siete minutos después del 3-1 anotado por Benzema. Pedro Rodríguez sustituyó al máximo anotador histórico de la selección uruguaya en medio de una cerrada silbatina del público que llenó el Bernabéu y que observó un arrollador segundo tiempo del elenco merengue.